Pero no sólo de suele escoger las perlas. Los materiales clásicos parecen no pasar nunca de moda para la elección del collar de matrimonio. El oro o los diamantes, también son de lo más escogido. Pasan los años, pero ellos permanecen. Lo único que varía es la forma. Según el estilo de la boda y, sobre todo, del vestido de la novia, el collar de boda es más o menos grueso. La tendencia actual es que se vea. O sea, que tiende a ser más bien voluminoso.
Con la vuelta de los vestidos de novia de color, el collar de boda puede albergar una mezcla de colores. Con un vestido de color podemos llegar a escoger piedras preciosas como el topacio, que está muy de moda. Pero debemos escoger bien la piedra preciosa: debemos mirar su tamaño, su color, su pureza y su significado.
Tradicionalmente, la novia debe llevar muy pocas joyas excepto el collar de boda. En ciertas tradiciones, la novia debía quitarse su anillo de compromiso durante la ceremonia y la única joya que debía llevar encima era un collar de perlas o una cruz que adornando su cuello. Actualmente, al collar suele acompañarle una pulsera a juego.
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